Los trompos de plástico son los más ligeros.
Eso los convierte en los trompos más idóneos para realizar trucos aéreos (y terrestres).
Lo primero a tener en cuenta es que los trompos de plástico llevan la cuerda guardada en su interior, es decir, que suelen estar huecos y aprovechan ese espacio para poder dejarla dentro. Más de uno se ha vuelto loco buscando el cordón cuando en realidad lo tenían entre sus manos.
TROMPO METALIZADO
Está claro que los trompos metálicos son los más atractivos. No debemos confundirlos con aquellos de plástico pintado en tonos metálicos. Estos están construidos con láminas de acero, lo cual les confiere una resistencia y una elegancia muy características, sin que por ello se conviertan en trompos excesivamente pesados. De hecho suelen estar huecos, aprovechando de este modo el espacio interno para guardar la cuerda, tal como sucede con sus hermanos de plástico.
Los trompos metálicos son ideales para los lanzadores más veteranos, ya que su hermosa superficie puede rayarse fácilmente si no vamos con cuidado. Como si de la alta nobleza se tratara, es poco frecuente ver trompos metálicos enzarzados en batallas de peonzas. Los más conocidos son sin duda los trompos Space, tanto los Neptuno como los Mercurio (edición limitada), ambos totalmente capacitados para realizar trucos de nivel avanzado.
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